Colonialismo y periferias VI: nuevos hallazgos en la comprensión del Tercer Mundo




A partir del texto que realizamos aquí, es posible hacer la siguiente síntesis de las formas capitalistas del “Tercer Mundo”:

Mencionábamos cuatro grados diferentes y con posibilidad de combinaciones y gradaciones entre sí: “1) subsunción real en latifundios privados o estatales individuales de tipo capitalista moderno en todas las regiones discutidas, muy extendido en algunos casos (Suramérica) o minoritario aún en otros (África Sub-Sahariana); 2) subsunción formal de pequeña propiedad y venta de excedentes en Latinoamérica, donde predomina la pequeña propiedad individual (Centroamérica); 3) un grado o mezcla intermedio de subsunción formal y real en la venta de excedentes, arriendos, aparcería, etc, pero con modificación del proceso productivo donde predomina la pequeña propiedad colectiva o familiar y donde un jefe tribal actúa como terrateniente consuetudinario o de facto en la modificación del proceso productivo de modo parcial ya sea a través de la organización de la división del trabajo o la modificación del proceso de trabajo con insumos, materias primas o crédito y la subsecuente conexión entre el productor directo y el comercio al por mayor; y 4) un tercer grado o mezcla intermedio de subsunción formal y real donde la modificación del proceso productivo ya no es con un terrateniente comunal o jefe de villa o tribal tradicional, sino con una empresa comercial estatal o privada, ya sea local o incluso multinacional.” El grado 1) es constante en todas las regiones, con sus respectivas diferencias en radios de minifundio-latifundio. Los grados 3) y 4) pueden mezclarse de la siguiente manera: el grado 3) implica que la élite de la villa o tribu es la conexión entre los campesinos y las empresas comerciales estatales o privadas, locales o multinacionales. Es decir: siempre hay una subsunción del proceso de trabajo agrícola dentro de la comercialización y la acumulación capitalista, en la medida de que no se trata de subsistencia, sino de comercialización. O en otras palabras: el grado 3) está de por sí mezclado con el grado 4), con la diferencia de que el grado 4) tiene la particularidad de eliminar la mediación de la élite de villa o tribu o linaje, y encargarse directamente de la modificación del proceso de trabajo a través de capital fijo y circulante llegando a una forma de plusvalías relativas. Esto es tan real que incluso las empresas comerciales se dedican a hacer labores de “industria agrícola”, a pesar de ser supermercados o comercios: dirigen el proceso de trabajo, establecen horarios, cuotas, utilización de los medios de producción, crédito, formación de trabajo calificado, etc. Y en dados casos incluso lo hacen en masa: haciendo agricultura de contratos con miles de pequeños propietarios campesinos de una sola vez, lo que los vuelve en virtuales terratenientes, solo que sin ser dueños de la propiedad de la tierra (plusvalías relativas sin renta absoluta). A veces incluso el grado 1) no se basa en mano de obra asalariada o aparcería, sino en arriendos a pequeñas unidades familiares.

Esas gradaciones se corresponden a las siguientes gradaciones que establecíamos aquí: “La supeditación de la producción al capital comercial en Latinoamérica al menos implica la posibilidad del productor directo de producir y comprar en general, y del capital comercial de comprar y vender en general. En Asia y África hay una producción y compra general, pero el capital comercial compra específicamente de la villa comunal, se encarga de vender específicamente de esa producción comunal, y de comprar y vender materia prima/capital fijo específicamente para su villa comunal (no en general). El Este o el Sur de Asia lograron un nivel intermedio de esta relación: el productor directo y el capital comercial venden y compran en general, pero todavía siguen siendo un eslabón intermedio entre la materia prima/capital fijo y el output de su villa comunal y el comercio (especialmente al por mayor).” En efecto, solo en Latinoamérica se acerca la producción agrícola al modelo de los países centrales, lo cual explica el que su radio minifundio-latifundio sea similar al de Europa. Esto con excepción de Centroamérica, donde se da el grado 2) del párrafo anterior. En el resto del “Tercer Mundo”, se divide más exactamente entre una mezcla del grado 3) y 4) en el Este y el Sur de Asia, con una menor composición relativa del grado 1) (poseen un radio minifundio-latifundio incluso inferior al del Norte de África y Oriente Medio). Una mezcla del grado 3) y 4) en el Norte de África y Oriente Medio, con una mayor composición relativa del grado 1). Mezclas del grado 3) y 4) en las regiones de asentamientos de colonos de África (como Sudáfrica) con predominio relativamente mayor del grado 1) (a diferencia del resto de África, las regiones que tuvieron asentamientos de colonos registran una mayor proporción de latifundios que de pequeña propiedad familiar o consuetudinaria, etc). Y mezclas de grado 3) y 4) con un predominio del grado 3) en el resto del África Sub-Sahariana, y que va desde el Oeste de África, el Centro de África y el Este de África, en grados de reducción respectivamente (en ese orden poseen mayor cantidad de pequeñas propiedades familiares basadas en la familia extendida y relaciones consuetudinarias, o lo que es lo mismo, tienen un radio minifundio latifundio mucho menor). Asimismo, el Este y Sur de Asia poseen una mejor integración comercial, el Norte de África y Oriente Medio una integración más baja, y el resto de África una integración inferior a todas ellas.

Asimismo, establecimos una relación entre los grados 3) y 4) basada en los esquemas de subcontratación: “En pocas palabras, podemos decir que son variaciones de esquemas de subcontratación o programas de plantación ("out-grower schemes"): desde el "out-grower scheme" tradicional (generalmente el estado o cooperativas realizando compras de excedente agrícola, subsidiando, etc), pasando por el esquema núcleo-plantación (generalmente entre el estado y el sector privado a través de una plantación central o centro de procesamiento agrícola central), la agricultura satélite (mezclas de los dos anteriores), y llegando hasta la no-subcontratación en mercado abierto. Todas estas son formas de mediación del capital comercial sobre la producción en el modo del "putting-out" o equivalentes a él en el sentido del capítulo XX del tomo III. Los grados 3) y 4) pueden mezclarse con todos estos grados indistintamente.” Nótese que todas estas formas son básicas en el grado 4), pero no son necesariamente existentes en el grado 3). Si existen mezclas indiferentes entre esos grados y estos tipos de esquemas de relación del capital comercial con respecto al capital agrícola, ciertamente no son homogéneos ni simétricos: el grado 3) puede existir sin ninguna forma de agricultura por contrato, obstaculizando así la integración vertical. Este punto será importante luego.

A partir de eso, podemos concluir:

Que la ausencia de latifundios en el Este y Sur de Asia en comparación con el Norte de África y Oriente Medio, es compensada por la integración comercial; y viceversa: el Norte de África y Oriente Medio compensan su falta de integración con el predominio del latifundio. Lo mismo de sociedades como Sudáfrica. Asimismo, el Este y Sur de Asia aumentan el margen comercial y la acumulación capitalista ya no solo por la integración comercial, sino por el predominio de esquemas de subcontratación más cercanos a la subsunción real. El grado 3), a pesar de presentar una modificación del proceso de trabajo, aparece más como una renta absoluta o plusvalía absoluta propia de la subsunción formal. Es una mezcla intermedia de ambos elementos. El grado 4) en cambio es una forma de integración vertical, aunque también es una mezcla intermedia de ambos elementos, solo que completamente heterogénea. El grado 3) se asemeja a la explotación intensiva en trabajo, y el grado 4) a la intensiva en capital, y representan un funcionamiento del capitalismo basado respectivamente en una mayor explotación del trabajo, y una basada en una mayor productividad del trabajo. Esto explica la divergencia más avanzada del Sur y el Este de Asia en rumbo a la industrialización y la creación de potencias emergentes, en comparación con el Norte de África y Oriente Medio, a pesar de tener menos latifundios de mano de obra asalariada que esa región. Es decir, las regiones más cercanas a una tenencia y patrones de tierra similares a la acumulación originaria o primitiva, extrañamente, son las que se atrasan frente a regiones con tendencia y patrones de tierra altamente fragmentados en pequeñas propiedades de unidades familiares. Esto contradice las nociones comunes del marxismo: se supone que es la gran propiedad de la tierra con grandes maquinarias la que supera en productividad del trabajo a las sociedades con la tierra fragmentada (Kautsky). Esto solo se puede explicar por la influencia del capital comercial sobre la producción industrial agrícola. Por esa misma razón, también explica el que Latinoamérica también se atrase frente al Este y Sur de Asia: tienen más latifundios clásicos que todas las regiones asiáticas y africanas, pero no tienen un elemento importante del grado 4) en comparación con el grado 1): el aumento de la productividad, ingresos y consumo campesino en comparación con la mano de obra asalariada campesina, indispensable para cualquier proceso de industrialización.

En el caso de Centroamérica, eso hace que el predominio de la pequeña propiedad sin integración vertical ni existencia extendida de agricultura por contrato, sea muy diferente al predominio de pequeña propiedad del Este y el Sur de Asia, donde la agricultura por contrato es dominante y promueve la integración vertical. Lo que Centroamérica gana para la concentración y centralización de capitales comerciales con la falta de intermediarios en comparación con el Este y el Sur de Asia, lo pierde por la ausencia de integración vertical de la agricultura y el capital comercial a pesar de los intermediarios del Este y Sur de Asia. La diferencia, de nuevo, está en la capacidad del capital comercial de convertir la industria agraria en un proceso basado en la alta explotación del trabajo, o en la alta productividad del trabajo, tal y como se definen en el tomo I de El capital. El latifundio industrializado es más intensivo en capital que una pequeña propiedad en términos de la renta, y por lo tanto, en términos marxistas corrientes, opera por productividad del trabajo en oposición a la explotación del trabajo de la pequeña propiedad de la tierra; pero la pequeña propiedad de la tierra subsumida por el capital comercial invierte esta relación a partir de la ganancia comercial, convirtiendo la mayor cantidad de trabajo por hectárea y demás, en un aumento de productividad del trabajo, en vez de explotación del trabajo.

Por último, dos cosas: el esquema de subcontratación estatal también produce una inserción del capitalismo en los procesos de trabajo con los cuales invierte en capital constante, crédito, etc. Tal y como el modelo de producción asiático el estado es “terrateniente general” y percibe renta absoluta, el paso al estado que percibe simplemente impuestos o cuotas por comercialización de excedente agrícola, etc, sirve de intermediador para la inserción de las pequeñas propiedades agrícolas dentro de la acumulación capitalista. Esto es hasta tal punto cierto que muchos de los funcionarios de programas estatales o de cooperativas se enriquecen a través de su posición estatal estableciendo contratos comerciales público-privados con sus propios negocios comerciales o crediticios. El estado a través de sus instancias públicas ceden el derecho de entrega de insumos o de compra de excedentes agrícolas a empresas privadas, y muchas veces el comerciante privado local es al mismo tiempo el funcionario público de la asociación estatal, y en muchos casos es precisamente el líder o élite de villa o tribu. Eso no quiere decir que el estado perciba ganancia, pero sí funciona como intermediario en la subsunción formal y real del proceso de trabajo agrícola. Y lo segundo: el grado 3) se puede subdividir entre un grado 3)a y un grado 3)b, donde el grado 3)a se dedica a ser intermediario entre las materias primas y el crédito del campesino, y la comercialización de los excedentes del pequeño propietario, explotando su trabajo a través de la ganancia comercial, y donde el grado 3)b es un líder tribal consuetudinario que tiene derecho de propiedad parcial sobre la tierra comunal, y por lo tanto modifica también la división del trabajo agrícola en tanto terrateniente. Ambos modifican el proceso de trabajo como la subsunción real y perciben plusvalías relativas, convirtiéndose en terratenientes de facto, pero uno lo hace a través de la explotación de la ganancia comercial del plustrabajo agrícola, y el otro a través de su derecho (formal o consuetudinario) como propietario parcial en la forma de la posesión. El primero es más común en Asia, y el segundo en África, y representan las diferencias étnicas entre las tribus y sus organizaciones en ambos continentes. Cuando se da el grado 4) con ellos como intermediarios (es decir, en mezcla con el grado 3) ), entonces el líder o élite de villa o tribu se convierte en terrateniente a través de la integración vertical con el capital comercial, independientemente de esta diferencia que acabamos de hacer. Es importante señalar estos detalles porque aunque fueran exactamente las mismas magnitudes de ganancia en el caso 3)a como en el 3)b, en el primero se trataría de un proceso productivo basado en la explotación del trabajo, y el segundo en la productividad del trabajo (lo cual se refleja en que un intermediario de villa o tribu que comercializa excedentes, desembolsa su capital completo por sí mismo, mientras que en la forma de la agricultura por contrato y con integración vertical, lo hace hasta cierta magnitud también la empresa comercial con la cual realiza la mediación con el productor directo).


Entradas populares