Elementos mínimos para analizar el capitalismo agrícola (un manifiesto)





Lastimosamente, después de leer el último libro de Charles Post y Xavier Lafrance sobre transiciones al capitalismo en regiones periféricas como Brasil y Turquía, nos encontramos con que sitúan la aparición del capitalismo siempre en la segunda mitad del siglo XX. Las razones que se aducen en los textos es el predominio del arriendo, o la pequeña propiedad, o la ausencia de la mano de obra “libre” campesina, etc. Pero esto olvida los textos de Lenin o Marx donde todas esas formaciones son no solo capitalistas, sino incluso de capitalismo agrícola industrial. Nos parece necesario hacer una crítica de esos textos donde todavía no se profundiza 1) ni en el tema agrario, 2) ni en el terreno de los países periféricos; el olvido del análisis agrícola es recíproco del olvido de cómo penetró el capitalismo en las zonas periféricas, y viceversa: la ausencia de análisis de subsunción formal y real del capital en el área agrícola de las regiones periféricas, produce el olvido inverso de las formas en que el capitalismo existe en la agricultura, y que van más allá de la clásica acumulación originaria, o más allá del gran latifundio con obreros asalariados campesinos, etc, todo lo cual son clichés del marxismo más ortodoxo. Aquí algunos elementos que consideramos mínimos para tan siquiera analizar el capitalismo agrícola y salir de los esquemas obsoletos.

-         El arriendo es una forma de industria capitalista, y no de “semi-feudalismo” o no-capitalismo. Es definido así tanto en la teoría de la renta de Marx, como en El desarrollo del capitalismo en Rusia de Lenin. No hay que pensar que la alta presencia del arriendo es una forma de no-capitalismo. Lo mismo se puede decir de la aparecería dentro de una economía comercial y basada en la renta en dinero o el salario (es decir: cuando los excedentes son utilizados para su comercialización, y por lo tanto, la fracción de renta en especie es intercambiada por dinero). Esto también lo menciona el propio Lenin en su El desarrollo del capitalismo en Rusia como una forma de paso desde la renta en especie feudal (la parte del producto que se entrega como renta fija a través de la aparcería) hacia un régimen de industria capitalista.

-      La agricultura de subsistencia no significa necesaria o automáticamente ‘feudalismo’ o ni siquiera ‘semi-feudalismo’. Usted puede vender excedentes al mismo tiempo que produce para su propio consumo como campesino. Si su parcela no es suficiente ni siquiera para la subsistencia, se convierte en arrendatario, o aparcero o cualquier otra variante de la relación salarial o de renta en dinero (ambas capitalistas), como aquellas detalladas por García Nossa en Latinoamérica, o por escritos asiáticos o africanos en sus respectivos continentes. Además, lo que ya dijimos sobre el arriendo o la aparcería como formas de explotación capitalista, no solo por la comercialización de excedentes en el intercambio comercial, sino por la relación dineraria (tanto en el sentido de los salarios como de la renta en dinero), representan formas de penetración del capitalismo industrial agrícola.

-   El modelo de parcela o parcela pequeña puede ser capital agrario industrial e incluso más industrial que los grandes latifundios. La lectura de los textos de Lenin sobre análisis agrario arroja luz sobre la pobreza del análisis agrario dentro del marxismo actual, y especialmente sobre la interpretación simplificada hecha por Kautsky. Incluso encuentra países enteros, donde las tierras con una mayor cantidad de trabajo asalariado por acre, son las parcelas más pequeñas, en tasas aún más grandes que los grandes latifundios. Esto convierte esas parcelas en capitalismo industrial a gran escala, incluso si son más pequeñas, o incluso si no es un trabajo asalariado permanente y solo temporal o estacional, etc., o propiedad de unidades familiares, porque todas estas parcelas juntas operan como inversión de gran capital agrario (incluso si es solo propiedad de una unidad familiar que opera como capitalista). Tampoco tienen que ser muchas parcelas o parcelas basadas en la producción de un solo producto, y pueden diversificarse. La totalidad de las pequeñas parcelas juntas produce más valor y emplea más trabajo asalariado que todo el gran latifundio en conjunto.

-         La pequeña propiedad de la tierra o un radio minifundio-latifundio menor tampoco quiere decir que no exista capitalismo. La pequeña propiedad es una forma de subsunción real, en la medida de que el pequeño campesino modifica el proceso productivo directamente, y es una forma de subsunción formal en la medida de que el capital comercial o industrial agrícola se apodera del excedente para su comercialización a través del pago en dinero, etc. Esto, nuevamente, ya había sido elaborado por Chayanov como capitalismo, por ejemplo. El campesino que transforma su proceso productivo en su pequeña parcela está produciendo una subsunción real, aún cuando sea producida por un propietario menor o pequeño y no por un gran terrateniente. Las máquinas no son el criterio para la modificación del proceso productivo en términos o líneas industriales y burguesas. El criterio es la extracción de plusvalor relativo. Y ya que Marx define al pequeño campesino como una formación de mitad-proletario y mitad-burgués, entonces ese campesino está realmente extrayendo plusvalías relativas en su propia parcela, al mismo tiempo que realizando lo que a todas luces es agricultura de subsistencia. Todo esto es explicado por Chayanov, basado en Lenin, insistimos.

-         La propiedad colectiva, tanto en el modo de la posesión o usufructo, como de la propiedad propiamente dicha, a través de familias extendidas o unidades familiares de producción, como las que predominan en Asia o África, también son formas de capitalismo agrícola. Tanto en el caso de estar subsumidos en formas de integración a través de esquemas de subcontratación que pueden involucrar o no al sector público, o al sector privado, o ambos, etc; además de la agricultura por contrato; o incluso: a través de la explotación de la tierra familiar a través de un terrateniente consuetudinario o de facto conformado por un jefe tradicional de villas o de clanes, etc. Aquí el contacto con el capitalismo no es solo por el hecho de venderse comercialmente la producción agrícola, o por el hecho de vender comercialmente los excedentes agrícolas de las unidades colectivas y familiares, sino por el hecho de que se modifica el proceso productivo interno (o sea, subsunción real), en mezcla con formas de subsunción formal. Tanto los esquemas de subcontratación públicos estatales, como la agricultura por contrato con empresas comerciales, así como la producción organizada por un terrateniente consuetudinario o tradicional de las villas, clanes o familias, está produciendo plusvalía relativa y ya no solo absoluta, en el momento en que se dedica a la modificación del proceso productivo directo a través del otorgamiento o mediación de materias primas o medios de producción para el productor directo, etc.

-         No solo la producción en grandes latifundios basados en mano de obra asalariada es capitalista, sino también la producción donde hay una gran fragmentación de la tierra, ya sea por pequeños propietarios campesinos (como en la mayoría de Latinoamérica), o por pequeñas unidades de agricultura familiar basadas en la familia extendida o consuetudinaria (como en Asia y África). O en otras palabras: no solo la acumulación originaria o primitiva, en donde se expropia de tierra al campesino y se libera mano de obra campesina, es la única capitalista; aún donde no se libera la tierra ni la mano de obra, puede existir una penetración del capitalismo en la agricultura basada en la apropiación del capital comercial sobre la productividad de la totalidad de la economía, en lugar del desarrollo de la industria en el sentido clásico europeo. Por lo tanto: la existencia de pequeños campesinos y productores en oposición a la existencia de mano de obra libre y asalariada, no implica por sí mismo la existencia o no de capitalismo. Es necesario estudiar su subsunción formal o real al capital.


- Formas de coerción o incluso el hecho de que el pequeño campesino es un propietario de tierra y no está desposeído absolutamente de la tierra, haciéndolo “no libre” o "sujeto a la tierra" en términos del tomo I de El capital y de la acumulación primitiva u originaria, tampoco impiden la penetración del capitalismo agrario industrial. Este campesino entra en formas y relaciones de salario en dinero y de renta en dinero, todas las cuales son capitalismo agrícola industrial, y calzan perfectamente con la segunda forma no-revolucionaria de transición del pre-capitalismo al capitalismo detallada en el capítulo XX del tomo III. En ese tomo, no hay una transformación directa del proceso productivo por parte del gran latifundista o comerciante, pero sí se da su mediación comercial extrayendo plusvalías relativas indirectamente, mientras el campesino las extrae de modo directo como operador o trabajador propietario de su tierra pequeña.

- Nosotros adherimos a la corrección e interpretación realizada por Ashok Rudra en el debate sobre modo de producción en India. Solo necesitamos aclarar su posición sobre la aparcería, recordando que Lenin incluye la aparcería en el capitalismo dependiendo de la eliminación de la servidumbre, y dependiendo de si está funcionando para el consumo excesivo / subproducción como en el feudalismo o el precapitalismo en general (Mandel). Además de esta ligera diferencia, nos adherimos a todas sus correcciones y su contribución al debate. La tenencia no es precapitalista, el trabajo asalariado incluso es libre o incluso si todavía está vinculado a la tierra, sigue siendo una forma de proletariado agrario, la "coerción" por medios económicos no es lo mismo que la coerción en el sentido pre-capitalista, y no hay forma (repetimos, no hay manera) de mantener una mezcla de semi-feudalismo y capitalismo como una forma de transición para los países periféricos. La decisión debe tomarse: mantener el modelo semifeudal / capitalista es exactamente lo mismo que la posición de Sweezy en el debate de transición europea con Dobb y otros. No hay forma de mantener a través de Marx la coexistencia simultánea entre dos modos de producción. Es necesario estudiar históricamente qué formación social es la dominante junto con las demás con todas sus gradaciones y particularidades, y tomar una decisión de acuerdo con esta dominación, en relación con los modos de producción. Para esto es imperativo que pasemos de las formas de explotación a las relaciones de producción y reproducción, tal como Banaji ya señaló en ese mismo debate. Es por eso que no nos preocupamos solo por los procesos laborales, o la composición técnica del proceso productivo, sino también por el capital como relación. Analizamos la tenencia y su relación con los esfuerzos de lucro agrícola o comercial, ser parte de la acumulación capitalista, etc., no porque haya dinero presente o no exclusivamente (la renta total en dinero o la variable de monetización); analizamos la integración comercial no por la relación externa de vender para el comercio, sino por la subsunción real interna de extraer la plusvalía relativa; etc. Por ejemplo: llamar a los terratenientes "feudales" porque gastan sus ganancias capitalistas en productos de lujo, es una parodia de análisis económico.

Para nosotros, las variables internas como el proceso laboral están conectadas al mercado mundial incluso a nivel de composiciones orgánicas desiguales y diferentes gradaciones de productividad del trabajo en el mercado mundial. La razón por la cual la agricultura no tuvo mucha inversión en el "Tercer Mundo" durante la primera mitad del siglo XX y la era de los modelos agrícolas de exportación, es básicamente porque la tasa de ganancia es mayor con una composición orgánica más pequeña, y permite para una mayor tasa de explotación también. Pero basar su proceso de producción en la productividad del trabajo o las tasas de explotación son dos cosas completamente diferentes, y la Tríada desarrolló y prefirió el camino de la productividad del trabajo porque 1) reduce el trabajo necesario en comparación con el trabajo excedente, 2) permite reducir los precios unitarios y extraer más valor (contra cualquier neoclasicismo, recordémoslo), 3) permite una tasa de explotación simultánea más alta gracias a la reducción de la mano de obra necesaria en comparación con la mano de obra excedente, y 4) permite aumentar la demanda agregada y, en este sentido, mejor realización de la plusvalía en el intercambio mercantil. Todas estas características hicieron que los procesos de producción de la Tríada basados ​​en la productividad del trabajo fueran mucho más superiores que la producción de los países periféricos basada en la explotación del trabajo (respectivamente: la diferencia entre producir mediante la extracción del plusvalor relativo versus la producción basada en la extracción del plusvalor absoluto). Esta relación se ha invertido entre la Tríada y los países periféricos hasta cierto punto (¡no del todo!), pero las ganancias agrícolas comienzan a dominar la renta (Patnaik) no solo por un cambio cualitativo, lo cual es cierto, sino por mantener una mayor tasa de explotación y una mayor tasa de ganancia con una composición orgánica más barata y más baja. Esto relaciona los procesos de producción del capitalismo agrario en el "Tercer Mundo" con la competencia contra la productividad del trabajo de la Tríada. Entonces, al igual que las variables internas no solo están hechas de procesos laborales, sino que están literalmente relacionadas con el valor y los flujos de ganancias a través de diferentes composiciones orgánicas y de productividad en todo el mundo, las variables externas no son solo el comercio (como en la teoría de los sistemas mundiales), sino , una vez más, la misma coexistencia en conflicto y competencia de productividades desiguales y composiciones orgánicas. En cualquier caso, este no es el lugar para desarrollar una interpretación de cómo analizar el mercado mundial. Todo este párrafo es solo nuestra respuesta a la súplica de Jairus Banaji por un debate basado en modos de producción y no en formas de explotación.

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