Equilibrio
Es verdad, según las citas que rescata Isaak Rubin, que Marx usa el concepto de equilibrio. Pero recordemos que es un equilibrio desequilibrado. ¿Cuál es la diferencia entre el equilibrio walrasiano y el equilibrio de Marx?: en el neoclasicismo creen en la existencia real de la media aritmética o promedio de las magnitudes (en este caso precios), y que esa media o promedio es un punto de equilibrio real en la economía. Para Marx, en cambio, solo existen los desvíos standard, por decirlo así, y no la media: el trabajo socialmente necesario no existe en ningún muestreo, y tampoco existe la tasa de ganancia, pero existen los desvíos heterogéneos y desiguales que oscilan alrededor de esa media o promedio ausente. El equilibrio de Marx está en que a pesar de solo existir magnitudes relativas, la determinación del valor y de su apropiación en la forma de ganancia, sí tiende hacia la media o promedio; la media o promedio del trabajo socialmente necesario o de la tasa de ganancia no se da en ningún lugar de la economía, pero la generación y apropiación de ganancia y su oscilación, así como los precios de mercado reales y su oscilación estadística y econométrica en períodos de mediano-largo plazo, sí tienden a esa media o promedio. Este es el gran logro del tomo III, a diferencia del tomo I, y la gran diferencia de la visión global y del movimiento real de los “muchos capitales” del tomo III frente al tomo I del “capital en general”. La oferta y la demanda, entonces no se equilibra, no porque no exista equilibrio, sino porque no es un equilibrio entre precios, ni por la oscilación recíproca de la oferta y la demanda, tanto al nivel de su circulación como su producción, sino un efecto de la oscilación de esos mismos precios o expresiones monetarias de valor, a lo largo de la producción (trabajo socialmente necesario) y la circulación (precios de producción). El problema de la oferta y demanda no está en quedarse en el intercambio, ya que desde Menger los factores de producción entran en el enfoque de oferta y demanda (además del antecedente de Ricardo y demás clásicos), sino que aunque también describa la producción, lo hace a través de la oscilación tendencial equivocada de sus magnitudes.