Losurdo y colonialismo

 


El mejor argumento de Losurdo en El marxismo occidental, es acerca del olvido de la cuestión colonial de parte del marxismo; el centramiento en los obreros industriales de países avanzados; y el olvido del análisis agrario marxista, además del olvido, por definición, del análisis del capitalismo en el “Tercer Mundo” (objetivo que buscan subsanar los textos de este blog que leen). Lo interesante para acotar al trabajo de Losurdo, y en lo que quiero enfocar este comentario, es en la transición desde el colonialismo al neocolonialismo que se dio durante el siglo XX. Losurdo siente (con razón) que el tema colonial se ha olvidado. En efecto, nosotros mismos detallamos como las luchas anti-imperialistas, anti-coloniales y por independencia nacional habían desaparecido del contexto del mercado mundial, y donde los programas de sustitución de importaciones, de estados de bienestar, de estado Pan-africanista o Pan-árabe interviniendo en la economía, se venían no solo erosionando, sino desapareciendo por completo. Para Losurdo, de nuevo, acertadamente, este es el proceso de retroceso de la cuestión colonial en la palestra mundial. Pero hay un detalle importante que modificar: esta desaparición de la cuestión colonial es el paso del colonialismo al neocolonialismo mismo. Es decir, si las capas de burguesías progresivas desaparecen del “Tercer Mundo”, al punto de que no existe ya ninguna facción burguesa progresiva, es precisamente por la subsunción de esas capas dentro del negocio capitalista multinacional,  provocando una integración y repulsión centrífugas y centrípetas simultánea: una integración de las burguesías tercermundistas al negocio de las multinacionales, donde acrecienta su competitividad frente a la Tríada, y la repulsión virulenta de la competencia que esa integración produce, exacerbando los roces y conflictos. Es un reforzamiento del colonialismo que no es chovinista ni nacionalista: es decir, no se trata de naciones poderosas contra naciones débiles, sino de naciones poderosas y débiles ambas integrándose mutuamente para la explotación de las clases explotadas de los países poderosos y pobres simultáneamente. Este es el carácter del neocolonialismo, y su diferencia fundamental con el colonialismo clásico. El fin de la cuestión colonial, es en realidad, la exacerbación del neocolonialismo capitalista, no la desaparición de lo colonial en ningún modo, sino al revés, su completa exacerbación.

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