Capitalismo en el "Tercer Mundo"
En el marxismo se considera comúnmente que el “Tercer Mundo” no es capitalista. Contradictoria e inconsistentemente, los marxistas afirman que el colonialismo era una forma de penetración del capitalismo, y que el “Tercer Mundo” padece los conflictos comunes de la explotación capitalista, pero al mismo tiempo, se dice que el capitalismo no ha penetrado el “Tercer Mundo”, y que el capitalismo ni siquiera existe en dichas regiones. Incluso marxistas centroamericanos, afirman que nuestras sociedades son “semifeudales”. ¿Cómo es que el "Tercer Mundo" es el mayor afectado por el capitalismo, precisamente por su subdesarrollo, y al mismo tiempo, el capitalismo ni siquiera existe ahí del todo tan siquiera? ¿Cómo es que el colonialismo hizo penetrar el capitalismo, pero al mismo tiempo no lo hizo? Los marxistas de la Tríada no tienen interés alguno en estudiar o investigar el "Tercer Mundo". A pesar de los datos mismos que demuestran la superioridad de la industria sobre la agricultura (y esto desde finales del siglo pasado, cuando ya la industria superaba a la agricultura en el PIB latinoamericano, o cuando las exportaciones de la apertura comercial "tercermundista" ya exportaban más industria que agricultura, todo esto gradualmente en otras regiones, pero real al fin), siguen insistiendo en el carácter agrícola de nuestras regiones. Anclados en el carácter avanzado de las potencias, siguen afirmando que el "Tercer Mundo" debe enfocarse en la revolución en los países centrales y metropolitanos por ser los más avanzados, mientras que el "Tercer Mundo" queda relegado de modo chovinista e, irónicamente, bastante imperialista de parte de estos marxistas. Nosotros creemos que el “Tercer Mundo” no está en ninguna transición entre lo arcaico y lo moderno (la famosa sociedad dual del siglo pasado), sino que el capitalismo existe en Latinoamérica desde las Independencias, y que existe en Asia y África desde el colonialismo del siglo XIX: tal y como Marx habla en el capítulo XX del tomo III acerca del “sistema colonial” (las regiones, países y sociedades “tercermundistas”) como uno basado en la vía no-revolucionaria y ‘por arriba’ de paso del precapitalismo al capitalismo, o lo que se conoce como la vía prusiana basada fundamentalmente en el capital comercial. El siglo XX fue la continuación de este largo proceso de penetración agrícola en lo que eran sociedades principalmente agrarias, pero que a finales del siglo XX empezaron su industrialización incipiente (el taylorismo y el fordismo primitivo de Lipietz), y que hoy estamos vislumbrando durante el siglo XXI el proceso de industrialización del “Tercer Mundo”.
El fenómeno más importante del siglo XXI es la industrialización del “Tercer Mundo”, la entrada del “Tercer Mundo” a la inversión multinacional. Según Bellamy Foster, las periferias concentran el 70% de los obreros industriales del mundo. El Este de Asia y el Pacífico es el centro de la producción industrial. Las tasas de crecimiento industrial son mayores en el Este de Asia, el Sur de Asia, Latinoamérica e incluso intermitentemente por África Subsahariana (arriba de Norteamérica o Europa). Se publican papers acerca de la inversión multinacional que realizan fondos de seguros y pensiones o soberanos en general, incluyendo la totalidad de los estados-nación del “Tercer Mundo”, incluso los de más bajo ingreso. Nosotros demostramos empíricamente que ‘producción multinacional’ no significa algo así como unos tentáculos provenientes de países de la Tríada, que se extienden sobre el mundo a succionar valor, sino que el valor agregado interno a las firmas incluso puede fluir hacia las afiliadas y subsidiarias, mucho más que a la compañía madre y su respectiva nación de origen. Multinacional no significa que todo automáticamente fluye hacia la potencia de la Tríada de donde sale la multinacional, y no significa tampoco un flujo inherente hacia el Norte. La producción multinacional disemina valor a lo largo de su compañía madre y sus subsidiarias, además de producir spill overs en los países anfitriones o naciones foco o eje de una actividad productiva multinacional, sin basarse en ninguna especie de flujo que se dirija hacia ninguna región geográfica y chovinista.
Del mismo modo, nosotros hemos comprobado empíricamente que en efecto fue el capital comercial el agente principal de la transición al capitalismo en el “Tercer Mundo”. Hemos comprobado empíricamente que la explotación agrícola del capital comercial en el “Tercer Mundo” es incluso todavía más severa, a través del análisis de la integración comercial y de su relación (aquí y aquí) con las formas de tenencia de la tierra en la agricultura del “Tercer Mundo”. Hemos demostrado que dicho escenario se debe a los patrones de colonialismo que se dieron en el “Tercer Mundo”. Más aún, y tal y como lo decíamos arriba, ahora demostramos empíricamente también el hecho de la industrialización del “Tercer Mundo” que estamos viendo frente a nuestros ojos. El siglo XIX, el siglo XX y el siglo XXI han sido la continua penetración del capitalismo en el “Tercer Mundo”. Tal y como empezó durante el colonialismo a través de sus formas embrionarias (las cuales también hemos confirmado en Latinoamérica como provenientes del capital comercial) del capital-dinero y el capital-mercancías (la finanza y el comercio), para luego pasar al capital industrial (dentro del cual está la agricultura).
Pero podemos advertir inmediatamente un detalle: Marx mismo planteaba que el colonialismo se trataba de la penetración de la acumulación originaria misma en los países coloniales. Aquí es donde el dependentismo tiene cierta dosis de razón: el capitalismo no parece penetrar y avanzar para reproducir el desarrollo de las potencias, sino que incluso sus formas más severas de explotación, de enriquecimiento y de producción/apropiación de valor, se dan a través del subdesarrollo. Lo que no tiene razón el dependentismo, es que esto se deba a una razón geográfica y chovinista (Norte versus Sur), o que el llamado Sur mismo, no se beneficie a través de una explotación de valor capitalista aún más severa que la del Norte. Estos siglos de penetración del capitalismo no han significado la instauración de sociedades avanzadas a lo largo y ancho del globo, sino de un sistema desigual de explotación donde el “Tercer Mundo” sigue sumido en la miseria y el atraso capitalistas. Creemos que es necesario plantear entonces que no se debe esperar a la acumulación originaria para afirmar o determinar el carácter capitalista del “Tercer Mundo”, sino que este mercado mundial actual, esa penetración que se dio a través del capital comercial en el agro durante el siglo XX, y la subsecuente industrialización iniciada desde la década de los 80’s del siglo XX en algunas regiones del “Tercer Mundo”, para llegar al punto actual de industrialización que vive el “tercermundismo” hoy en día, es el capitalismo mismo. Fue la vía a través de la cual sin ninguna teleología, se ha desarrollado el capital. La vía prusiana o 'por arriba' (para utilizar los términos de Takahashi) ha sido la dominante en el mercado mundial capitalista, y no la vía revolucionaria. El “Tercer Mundo” no vive en el subdesarrollo por falta de capitalismo, sino por el capitalismo mismo.